BIOSEGURIDAD Y PLAN
SANITARIO EN POLLO DE ENGORDE
REQUISITOS GENERALES PARA GRANJAS DE POLLO DE ENGORDE
1. Registro de la granja ante el ICA
2. Requisitos de bioseguridad
3. Requisitos de instalaciones
4. Plan de saneamiento
5. Obligaciones sanitarias
6. Personal y seguridad social.
7. Sistema de aseguramiento de la inocuidad
8. Bienestar animal
ACTIVIDADES A REALIZAR SEGÚN NORMAS Y BIOSEGURIDAD
Para la instauración de la granja es conveniente
tener en cuenta los siguientes parámetros, que deben estar consignados en el
manual de calidad de la granja.
1. La localización de la granja.
2. Diseño de la granja. 3. De la edad de las
aves.
4. Provisiones de equipo de la Granja.
5. Procedimientos en la llegada del personal.
6. Procedimiento para las visitas en la granja.
7. Procedimiento adecuado para entrar a una
granja.
8. Procedimiento a la salida del personal.
9. Procedimientos para suministro y retirada de
las aves.
10. Requerimientos para la adquisición de aves de
un día.
11. Procedimientos para el suministro de
alimento, materiales y equipo.
12. Procedimientos para retirada de residuos y
animales muertos.
13. Control sanitario en la granja.
14. Procedimiento de lavado y desinfección.
DESCRIPCION
El ámbito de aplicación de los requerimientos
establecidos en el presente trabajo, se extiende en el ciclo de engorda. Para
la creación y funcionamiento de nuevas granjas avícolas para producción de
pollo de engorde, se requiere cumplir con una serie de normas estipuladas en
decretos y resoluciones de nuestro país con origen y fundamento de las normas
de sanidad para todo el mundo.
Qué es bioseguridad? Bio=Vida; Seguridad =
Protección. Son todas aquellas medidas sanitarias, profilácticas, de
aislamiento y de manejo que, utilizadas en forma permanente, previenen y evitan
la entrada y salida de agentes infectocontagiosos de una granja avícola.
Desde el punto de vista biológico y veterinario,
es un conjunto de acciones de prevención y de buenas prácticas de manejo que
permitan reducir, controlar y eliminar los factores de riesgo de introducción y
difusión de enfermedades, con el fin de tener explotaciones animales sanas tanto en el origen como en el destino
de los animales.
Ninguna empresa avícola, llámese integración o
avicultor independiente, puede seguir trabajando sin una aplicación y
evaluación diaria de todos y cada uno de los controles que conforman la cadena
de BIOSEGURIDAD, al igual que no debe continuar sin cumplir las normas y requisitos necesarios para un buen
funcionamiento de la empresa o granja avícola. Dentro de la bioseguridad, en el
momento de la construcción de las granjas y durante los procesos laborales
dentro de ellas es importante tener en
cuenta todos los mecanismos de transmisión de enfermedades, pues a las granjas pueden llegar de muchas formas
Programas de vacunación
Para establecer un plan de vacunación general se debe tener en cuenta que
existen productos biológicos que se pueden considerar como vacunas “comunes”
debido a que son usadas en la mayoría de explotaciones avícolas (Marek,
Newcastle, bronquitis, Gumboro), mientras que otras se pueden clasificar como
vacunas “especiales” que se utilizan sólo bajo determinadas circunstancias
(Pneumovirus, anemia infecciosa, laringotraqueítis, Mycoplasma). Por lo
tanto, el plan de vacunación inicial debe contemplar las vacunas comunes,
adicionando luego las especiales, incluyendo algunas bacterinas que pueden
usarse en algunos países.
Vacunas comunes:
Marek: Todas las reproductoras y ponedoras del mundo
son vacunadas contra la enfermedad de Marek. La vacunación se hace al día
de edad en la planta de incubación. Las cepas vacunales más utilizadas
comprenden la cepa HVT (FC-126), SB1, Rispens y sus derivados. Por
observaciones de campo, algunos técnicos han observado un menor porcentaje de
aves con tumores cuando las aves se revacunan después de haber viajado varias
horas. Así mismo, en ponedoras comerciales algunos técnicos han
revacunado contra Marek después de varias semanas de edad, observando disminución
en la presentación de tumores. Desafortunadamente, en estos casos es
difícil contar con los controles apropiados para efectuar una mejor evaluación.
Newcastle: Las vacunas contra Newcastle son de
amplio uso en la mayoría de países del mundo. El plan de vacunación
contempla el uso de 3 vacunas durante la crianza, seguidas por una vacuna
inactivada, emulsionada en aceite que generalmente contiene otros antígenos
como bronquitis y Gumboro. Las cepas más utilizadas mundialmente son la
B1 y LaSota y sus derivados o clones, aunque en los últimos años en el mercado
internacional se encuentran otras cepas como la Ulster, V4 y VG/GA.
Bronquitis infecciosa: Al igual que Newcastle, las vacunas
contra bronquitis son de amplio uso en la industria avícola y generalmente se
presentan combinadas con Newcastle para facilitar su aplicación. El plan
de vacunación es similar al expuesto para Newcastle, con la diferencia de que
debido a la diversidad antigénica del virus de bronquitis, la mayoría de
vacunas son preparadas con la cepa Massachusetts ya que este serotipo se
encuentra con mayor frecuencia en la industria avícola. Existen otras
vacunas preparadas con otras cepas virales como la Connecticut, las cepas
Holandesas representadas por la H-120, H-52 y las D274, D1466; la nueva cepa
4/91 originaria de Inglaterra, otros serotipos encontrados en Estados Unidos
representados por las cepas Arkansas 99, Florida 88, JMK y otras consideradas
variantes encontradas en distintas áreas geográficas.
Tanto para Newcastle como para bronquitis, en algunas empresas es común la
práctica de administrar vacunaciones durante el período de producción.
Las vacunas se administran en el agua de bebida a intervalos de 60 – 90 días.
Gumboro: Las cepas intermedias constituyen
las vacunas más utilizadas para controlar la enfermedad de Gumboro. En
las reproductoras y ponedoras en crianza y desarrollo generalmente se aplican 2
vacunas a virus vivo, seguidas por la vacuna inactivada preparada con los
antígenos ya mencionados. Algunas veces se utiliza una vacuna adicional
con el objeto de primovacunar o sensibilizar las aves antes de la aplicación de
la vacuna inactivada. La eficacia de esta vacunación es aún
discutible. Existen vacunas preparadas con numerosas cepas entre las
cuales se puede mencionar la cepa Lukert con sus derivados, la Winterfield
(2512), la S706, la ST12, la cepa Moulthrop, la D78, y muchas más usadas en
distintos países.
En la vacuna inactivada generalmente se incluyen cepas variantes para
proporcionar anticuerpos en las progenies y de esta forma ayudar en el control
de este tipo de cepas. Vacunas que contienen virus cultivado directamente
en la bolsa de Fabricio de pollos libres de patógenos, también se incluyen en
el producto inactivado con el objeto de proporcionar una mayor cantidad de
antígeno y de esta forma obtener mayores niveles de anticuerpos.
La práctica de aplicación de esta vacuna inactivada en aves en producción
con el objeto de aumentar los niveles de anticuerpos en las progenies
procedentes de las aves con mayor edad, ha disminuido considerablemente debido
a las mejoras en la calidad de las vacunas (mayor contenido antigénico) y al
estrés causado durante el proceso de vacunación.
Encefalomielitis: Esta vacuna es aplicada en las reproductoras
generalmente entre las 10-12-14 semanas de edad. La aplicación en el agua
de bebida ha dado resultados satisfactorios durante muchos años, sin embargo,
actualmente muchas empresas practican la vacunación junto con el virus de
viruela, aplicando este producto dual en la membrana del ala. La
vacunación de las ponedoras comerciales con la vacuna de encefalomielitis es
recomendable cuando se demuestra la presencia de anticuerpos contra este virus
en las aves en producción. En muchas empresas la vacunación de las ponedoras
contra encefalomielitis es una práctica común.
Reovirus: A pesar de que este tipo de vacunas son usadas
por la mayoría de empresas avícolas en el mundo, existen aún algunos países y
regiones donde no se practica la vacunación contra reovirus. Por esta
razón en el presente resumen esta vacuna se clasifica en el grupo de las
comunes. Generalmente se utilizan dos vacunaciones con vacunas a virus
vivo aplicadas durante la primera y entre la 5a y 6a. semanas de edad. La
cepa S-1133 es la más utilizada, existiendo diferencias entre las vacunas
comerciales basadas en la forma como se maneja el virus semilla utilizado en la
producción de la vacuna.
Viruela aviar: Una o dos vacunaciones? La decisión
depende de la zona, aún cuando se trata de un mismo país. La edad de
aplicación también depende del tipo de desafío encontrado en el campo.
Vacunas especiales
Laringotraqueítis: La frecuencia de uso de esta vacuna depende de
la época y de la región. En las reproductoras, debido a los sistemas de
bioseguridad existentes, esta vacuna es de muy poca utilización. Sin
embargo, en las ponedoras comerciales algunas veces es necesario su uso debido
a la presencia de cepas patógenas de campo. Una o dos vacunaciones son
generalmente suficientes para proporcionar una inmunidad satisfactoria.
La primera vacuna se debe aplicar de preferencia después de la 3a – 4a semana
de edad para obtener el mayor beneficio.
Pneumovirus: Debido a los escasos datos experimentales que
se tienen para la evaluación controlada de estas vacunas, la mayoría de
decisiones se han hechos basados en las respuestas serológicas que se obtienen
y en la observación de las aves a nivel de campo. El plan de vacunación
recomendado por las empresas que distribuyen las vacunas comprende el uso de
una vacuna a virus vivo aplicada aproximadamente entre 12-14 semanas, seguida
del producto oleoso antes de la producción (18-20-21 semanas). La
aplicación de dos vacunas inactivadas también ha dado resultados satisfactorios
en algunas explotaciones.
Otras vacunas virales:
Hepatitis: La vacunación contra
hepatitis en las reproductoras está dirigida a proporcionar protección en las
progenies (pollos de engorde principalmente). En América latina, India y
Paquistán se han utilizado vacunas inactivadas para aplicación tanto en los
pollos de engorde como en las reproductoras. En Australia se ha
desarrollado una vacuna a virus vivo de aplicación en las reproductoras entre
10-14 semanas de edad. En las áreas donde existe una incidencia frecuente
de hepatitis en los pollos de engorde, es recomendable iniciar un plan de
vacunación en las reproductoras utilizando productos inactivados que contengan
los serotipos presentes en la zona.
Anemia infecciosa aviar: Generalmente la vacunación se practica en las
abuelas de las empresas dedicadas a la venta de reproductoras, por lo tanto, la
mayoría de reproductoras poseen anticuerpos contra anemia cuando se examinan al
día de edad, proporcionando protección durante los primeros días de vida.
La decisión de aplicar esta vacuna en las reproductoras depende del análisis de
los resultados de serología hechos entre 8 – 12 semanas de edad, para evaluar
la presencia de anticuerpos en las reproductoras. Generalmente los
resultados muestran que las aves poseen anticuerpos a esta edad, aumentando los
niveles a medida que avanzan en edad, por lo tanto, la mayoría de las empresas
no considera necesario la vacunación de las reproductoras. Así mismo, la
mayoría de los pollos de engorde y ponedoras comerciales nacen con anticuerpos
proporcionados por las reproductoras.
Bacterinas
Las bacterinas contra coriza, Pasteurella multocida (cólera aviar) y
Salmonella tienen su mayor uso en aves ponedoras comerciales.
Coriza: En las regiones donde existen problemas debido
a Hemophilus paragallinarum, generalmente es necesario dos aplicaciones de la
bacterina, tratando de programarlas lo más tarde posible con el objeto de
obtener la mayor protección durante la época de mayor estrés que genealmente se
presenta cuando se logra el máximo de producción. Bajo condiciones
normales en reproductoras de engorde, las aplicaciones se programan entre las
10-14 semanas, y entre las 18-20 semanas de edad. En las ponedoras
comerciales la programación se adelanta dos semanas aproximadamente.
Pasteurella y Salmonella: Las empresas que utilizan estos productos
generalmente realizan dos aplicaciones con un intervalo de 4-6 u 8 semanas
entre ellas.
Cólera aviar: Para controlar el cólera aviar, algunas
empresas utilizan dos bacterinas mientras que otras combinan un producto vivo
con la bacterina. Existen diferencias de opinión acerca del tipo de
vacuna viva a utilizar, pues las cepas presentes en las vacunas difieren
considerablemente en patogenicidad. La edad de aplicación de los
productos generalmente es después de las 12 semanas de edad.
Salmonella: Aunque subsiste la controversia acerca de su
uso en reproductoras de engorde, numerosas empresas utilizan las bacterinas con
el objeto de disminuir la transmisión vertical de algunas Salmonellas a la
progenie. En pondeoras comerciales el uso de las bacterinas es
ampliamente aceptado. El número de aplicaciones depende del desafío
existente. También existen varios productos vivos que evitan los
problemas de altas mortalidades tanto en las aves vacunadas como en la progenie.
Nuevos productos vivos, desarrollados usando técnicas moleculares, ya han sido
aprobados en varios países Europeos y en Estados Unidos.
Mycoplasma: Existen bacterinas contra Mycoplasma
gallisepticum (MG) y contra M. synoviae (MS). Así mismo, existen
por lo menos 3 vacunas comerciales vivas contra MG y una contra MS. Los
productos vivos tienen la tendencia a desplazar el Mycoplasma de campo,
multiplicándose en el tracto respiratorio de las aves, induciendo la producción
de anticuerpos. Las bacterinas dependen de la producción de anticuerpos
sólamente. Al igual que en otros casos, estos productos son muy
utilizados por la industria avícola de ponedoras comerciales, mientras que su
uso en reproductoras de engorde debe ser cuidadosamente evaluado, estableciendo
los objetivos a lograr cuando se diseña un programa de vacunación.